19 09 2013 “Ya no uso el coche y voy en bicicleta a trabajar. Un granito de arena”. La arquitecta milanesa impulsa desde su cargo político el programa ‘Ciudades Amables’ para que las urbes sean más sostenibles medioambiental y económicamente
¿Y cómo sería el resultado de una ciudad amable?
Por decirlo muy resumida y esquemáticamente: la que puede recorrer un niño sin miedo. El coche no debe ser eliminado, pero sí que conviva con los peatones y bicicletas sin subordinarlos. Esto se consigue promoviendo el servicio público de alquiler de bicicletas y el transporte público.
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